viernes, noviembre 30, 2007

Premios

No sé a tí pero a mi los premios Cervantes, como los Nobel, como cualquier premio que dan las instituciones, me parecen una mierda. No sé si todos los premios, por ser premios me parecen una mierda ya de por sí. Tendría que pensarlo más pero así a bote pronto diría que sí, que los premios en general son una mierda. Pero lo son más cuando pretenden comprar arte, ciencia, conocimientos, homologando, normalizando, atribuyéndolos a una supuesta civilización occidental ilustrada y capitalista que ahora casi no puede ocultar su decadencia.

Sartre siempre me atrajo. Me hago amigo de la gente sin conocerla, pienso con Spinoza que las ideas son afectos y que la amistad que surge a través de ellas es real igual que cualquier otra. Mi primer amigo así fue Sartre. Y aunque me hice amigo de él antes de enterarme que rechazó el premio Nobel, he de reconocer que aquelló me gustó, ratificó mi simpatía. Luego explicó porqué lo rechazó y aun me gustó más:

"¿Por qué rechacé ese premio? Porque estimo que desde hace cierto tiempo tiene un color político.

Si hubiera aceptado el Nobel - y aunque hubiera hecho un discurso insolente en Estocolmo, lo que hubiera sido absurdo - habría sido recuperado. Si hubiera sido miembro de un partido, del partido comunista, por ejemplo, la situación hubiera sido diferente. Indirectamente hubiera sido a mi partido que el premio habría sido discernido; es a él, en todo caso, que hubiera podido servir. Pero cuando se trata de un hombre aislado, aunque tenga opiniones "extremistas" se lo recupera necesariamente de un cierto modo, coronándolo. Es una manera de decir: "Finalmente es de los nuestros". Yo no podía aceptar eso.


Efectivamente, a mi no me recuperan señores, no me gustan y no me gustan por más dinero, prestigio y reconocimiento que puedan darme.
Señores académicos, monopolistas del reconocimiento del arte, la cultura y de la ciencia, dueños mercantiles de lo que el ser humano es capaz de hacer: no quiero nada vuestro.
Lo que el ser humano puede hacer es libre y ni se premia, ni se compra, se escapa siempre de vuestros afanes de dominio.

Aun así, espero no contradecirme demasiado si ahora digo que ayer me alegré, me alegro y prefiero que sea Juan Gelman quien reciba el premio Cervantes a que lo reciba un Cela o cualquier otro patético escritor enamorado solamente de sí y de su magnífica obra.

sábado, noviembre 24, 2007

Victor Jara


Victor Jara, herida abierta que siempre está ahí.
Como tantas, pero ésta, tan fácil de conocer que pocas veces la realidad social nos refleja de forma tan aparente, clara y sencilla lo que en las profundidades complejas de la historia de los seres humanos está aconteciendo.
Es este un claro ejemplo de la lucha de la vida contra la muerte que enmascarada como lucha de ideologías se está dando en el mundo desde que el capitalismo se hizo extensivo.

Si alguien confundido aun no sabe de que lado está,
recomiendo lo conozca en lo que fue su vida entera, pienso
que le ayudará a salir de dudas.


No me asusta la amenaza,
patrones de la miseria,
la estrella de la esperanza
continuará siendo nuestra.

miércoles, noviembre 07, 2007

Arte y vida

Dice Lazzaratto:
"El ingreso para todos debe, también y sobre todo, ser considerado como una verdadera innovación institucional, a la vez condición de creación y de experimentación del devenir de todo el mundo. Sólo de este modo podrá distinguirse de una nueva política neoliberal (impuesto negativo o ingreso mínimo) es decir distinguirse de una nueva forma de control social."

Desconectar el ingreso del trabajo es una medida con un gran potencial emancipatorio para todas las personas.
Desear esa desconexión supone una cambio a una subjetividad más libre, desear hacer arte con la vida.

A propósito. Tiempo. Dónde está mi tiempo. Quiero mi puto tiempo, joder.