lunes, septiembre 17, 2007

Leopoldo María Panero


Y es que el otro día María me trajo un bonito regalo: el último libro de Leopoldo María Panero: "Papa, dame la mano que tengo miedo". A parte de que me gusta la poesía, María sabe que Panero es un personaje que me atrae. De hecho, hemos visto juntos (o le he hecho ver conmigo) más de una vez las dos películas-documentales que relatan partes de la vida de él y su familia. La familia de los Panero es (en buena parte fue) una familia intelectual, literaria, burguesa, pero sobretodo llena de anomalías y dificultades cuya intensidad y exterioridad mostrada constituyen para mi el principal encanto de los dos documentales que precisamente se llaman "El Desencanto".


El libro en cuestión es, a mi parecer, extraordinario, no fue una sorpresa, porque no es la obra sino su autor entero, el personaje lo que en realidad en este caso puede decirse que resulta extraordinario. Como escribe Ana María Moix en el excelente prólogo: en Panero, como en algún otro autor, vida y literatura son una misma cosa.
Por lo demás, el librito no aporta muchas novedades respecto a sus libros anteriores, si acaso la de ser poesía escrita en prosa.

Lo llaman poeta maldito -igual que a Baudelaire y que a Rimbaud, ya que no hacen poesía con la cosas bellas y bonitas, agradables para los ojos y oidos bienpercipientes-, lo tienen por loco y puede que lo esté. Creo que el interés que Panero despierta (porque despierta interés: sus libros se venden, las salas del fnac se llenan cuando presenta un libro, sus conferencias universitarias se llenan y los medios de comunicación siempre se hacen eco de sus novedades bibliográficas, aunque en muchas ocasiones atiendan más al morbo lastimero que pueda despertar), aparte de su parcialmente reconocida maestría literaria (en 2003 le concedieron el Premio Estaño, nada glorioso), su interés pues está en que demuestra, como ocurre en la mayor parte de los genios, la realidad paradójica de la locura, su tremenda similitud con una extrema cordura, lo cual va añadido en este caso al hecho de ser un terrible ejemplo de cómo en nuestras sociedades de todos iguales, se hace sufrir a quien es diferente y no se doblega a ocultarlo(se).

Panero es la constancia de que la vida escuece; y es, directa e indirectamente, la denuncia de esta sociedad cruel con la vida extrema que no responde a los modelos que se han establecido, produce el terror y el asco de alguien que se atreve a levantar las alcantarillas de la sociedad y se ve reflejado en la mierda que muchas veces somos, pero también, para almas despojadas de vestimentas morales que buscan la belleza en el ser más descarnado, supone el atractivo de alguien cuya singularidad extrema le ha colocado en un lugar privilegiado desde el cual, su lenguaje expresa con una mayor libertad la vida desnuda, doliente y gozosa a la vez.


(Para quien le interese: aqui está Panero: http://es.youtube.com/watch?v=-7p7-w8DvKQ )