domingo, agosto 20, 2006

Valiente amapola
las sonrisas se asemejan a tu nombre
aun me quedan sueños por compartir contigo
y entre lo que te quiero y lo que me acoges,
queda la luna sometida a espasmos de placer
que arrancan de lo mas íntimo de sus entrañas.
Y yo
lúcido y mal temperamentado
no sólo condeno a tus ojos delincuentes
sino que además
administro con leyes orgánicas,
reales decretos,
y sentencias de todo carácter,
el resto de tus objetos impactos acaecidos en mi memoria.